En camino hacia la modificación de la política cambiaria oficial, la inflación de noviembre se desaceleró y marcó un 2,4%, según el Indec, apuntalada por una fuerte reducción en la suba del precio de los alimentos y en un contexto de estabilidad con el dólar y compresión de la brecha. De esta manera, el IPC reflejó el registro más bajo desde julio de 2020, en plena cuarentena de coronavirus, con precios máximos y derrumbe de la actividad.